sábado, 19 de enero de 2013

Prueba de vida

Prueba de vida

Distinguir los derroteros de la vida no es fácil muchas veces, saber que camino elegir y que circunstancias son consecuencias de nuestros actos, de la naturaleza que sean o bien  luego esas causalidades que aparecen como setas en el campo y a uno le descuadran de tal manera, que se siente como una liebre deslumbrada por los faros de un coche.

A esto yo le llamo prueba de vida, es evidente que cada mínimo cambio o giro en una situación, abre un amplio abanico de posibilidades y según reaccionamos el camino varía de una manera que solo se puede valorar echando la vista atrás,  pasado el tiempo.

Cuando se adquiere una experiencia vital, se  empieza a vislumbrar que es lo que quieres y donde deseas llegar, eso a lo que muchos gurus llaman meta. Si, todo el mundo tiene alguna pero también eso es variable, no se yo si es que soy especialmente rara, pero me ha pasado e imagino que no soy la única, que durante un tiempo nos empeñamos en luchar por  una idea prefijada en la mente de lo que queremos tener, y cuando lo hacemos, descubrimos medio estupefactos, medio desilusionados, que en realidad no nos hace feliz, que lo que realmente sentíamos eran las ganas de sentir esa sensaciòn, ocurre en el amor de pareja, cuantas veces nos empeñamos en querer estar con alguien para sentir esas sensaciones tan increíbles,  cuando conocemos a alguien que trae ilusión a nuestras vidas y de pronto nos vemos inmersos en una relación basada en el simple deseo de tenerla? y de pronto vemos que la peli es muy bonita por fuera pero con los actores equivocados.

Hay gente que basa su éxito y felicidad en acumular ( mejor puesto de trabajo, mas dinero, una casa mas grande, un coche mas grande, unas tetas mas grandes, un jes extender).. dando el gran valor a posesiones materiales o bien a amasar cierto poder sobre otros. 
Pero también hay personas que de pronto se dan cuenta que pueden vivir cada día con menos, porque les basta un hogar digno, reducido, un trabajo que les haga pagar las facturas sin dejarse la vida en ello, o quienes su trabajo es una extensión de su vida, porque son lo suficientemente afortunados de amar su profesión.

Personalmente, yo empecé mi pirámide vital ansiando mas cosas materiales, y poco a poco fui reduciendo hasta lo que ahora es una meta a largo plazo, no con ello se rebajan listones, simplemente desaparecen, ya no quiero 4 habitaciones, ni una casa propia, me conformo con algo pequeño y cómodo para mis gatos, ya no quiero ser escritora porque solo me sale cuando me apetece realmente escribir,  ya se que mi felicidad esta entre las ruinas y el final de la vida de otros, donde de verdad siento que mi trabajo es importante, vivir y compartir los últimos días de personas ayuda a ver la vida de una manera distinta. Soy consciente que ahora no tengo ese privilegio y que trabajo para vivir en tiempos tan dificiles como estos.

Ahora se que la prueba de vida mas complicada no es alcanzar una meta, mas bien, saber elegirla. Se donde no quiero llegar, lo que no quiero.

Cuando uno sabe realmente que quiere, siente un palpito único, una fuerza natural te empuja a ello, aunque para llegar tomemos el camino mas largo y enrevesado, pero siempre llegara al punto final, que no deja de ser un punto de partida hacia la tranquilidad y la calma de sentirse en un hogar, un hogar que siempre sera único y personal, no podemos basar nuestra felicidad en tener alguien al lado si no conseguimos primero ser felices nosotros mismos, y luego decides si quieres o no compartir tu vida con alguien, yo soy de las que opinan que la soledad es la mejor de las compañias si uno sabe verlo como tal, cuando caes en la cuenta de que tu tiempo es tuyo, tu espacio es tuyo y tu vida es tuya. No cometo el error de negar que haré algo, porque hablar alto y escupir al cielo, tiene su contrapartida gravitatoria, todo lo que sube baja.

Así que la prueba de vida para mi es dejarse llevar con conciencia hacia el lugar y el momento donde todo empieza, donde uno se pone delante de un espejo y por primera vez se reconoce. Entonces la vida sigue con sus luchas y fatigas diarias, con las risas y las lágrimas correspondientes pero con la seguridad de saber que estas orgulloso de lo que eres y tienes, y por experiencia se que mientras menos tienes mas orgullo sientes de lo que eres capaz de crear y transmitir. Sonreír y desprender vida puede resultar fácil teniendo muchas cosas, pero la verdadera prueba de vida es Sonreír cuando careces de casi todo.

No soy perfecta, ni creo en la perfección, no he llegado a mi hogar y estoy en el camino, quizás mas largo de lo necesario por puro temor, no soy quien para dar lecciones morales, porque nadie sabe lo suficiente como para hacerlo sin pecar de soberbio. No se cuando sera, pero cuando llegue estoy segura que todo cobrara sentido.

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