Una noche cualquiera

Ahora simplemente me apetece escribir de una noche cualquiera, una de esas noches sin grandes planes, sin grandes expectativas. Esta es una de ellas, el silencio se abre paso a codazos, y me reconforta profundamente. Es uno de esos momentos, en los que muy bajito, me acompaña de fondo el Sr Miles Davis, con un café templado y sueños por cumplir en la cartera, me siento lo suficientemente bien como para contarlo, esta noche estoy tranquila, tengo mil ideas en armonía, son esos momentos (que ultimamente no tenia, todo hay que decirlo), en que la sonrisa aflora en mis labios con gran facilidad y cualquier mínimo detalle desata un sentimiento. Esta noche soy como esa gata en los tejados, que embelesada admira la ciudad, eso que he de reconocer que no soy persona cosmopolita (mi sueño es vivir en el campo, y volver a sentarme en un porche, mientras me inunda el olor de los rosales y el galán de noche.. en otro tiempo fue así).

Pero lo hermoso de esta noche, es que ese deseo, me parece real, ya no creo en imposibles, se que algún día, podre disfrutar de nuevo de ello, y tener mi propia mecedora, os contare la historia de la mecedora...pero no hoy.

La vida puede ser muy corta o al contrario, puede resultar una cadena perpetua, la vida no es injusta, nuestros actos si, y lo que no creemos merecer o no merecemos ha de ser la lección que nos haga ser nosotros mismos, la que nos demuestre lo maravillosos que podemos y debemos ser, se perfectamente, que estas palabras suenan a un mal libro de autoayuda, y no es así, yo no soy nadie para dar consejos, soy una persona que falla continuamente y que en lecciones vitales, soy mas bien tirando a lenta, pero no por eso dejo de intentarlo, quizás ese sea el punto bello que hay en mi, porque lo hay.

El haber dicho adiós definitivamente a una persona, sea el quiz de la cuestión, como mujer de extrañas raíces (abuelo cubano, padre sevillano, madre granaina y nacida en los madriles)tengo una mezcla muy pasional de caracteres, cuando me decido a vivir una historia, en el ámbito de la vida que sea, me entrego sin limite, y eso tiene sus lados buenos y malos, pero son los mios. Pero a veces ocurre, que uno cree que algo que esta viviendo va a salir bien y las decisiones nunca son de uno, en este caso son dos, y cuando la comodidad y el miedo vence a una de las partes, simplemente se acaba( casi sin haber empezado), aceptar eso, cuando el sentimiento es grande, es duro, se siente incomprensión y desarraigo, pero tras un tiempo sumido en la desesperación, te enfrentas a ello y terminas llamándote David y dándole de ostias a un tal Goliat ( que tiene muy mala uva y huele fatal por cierto), después, tomas los trocitos que se han quebrado y los metes en el taller de chapa y pintura para corazones rotos, y piensas podría haber sido peor.

Te miras al espejo y ves que en todo el tiempo que has perdido, tienes menos pelo, tienes unas ojeras que pareces un oso panda, te das cuenta que tu cintura es mas bien tirando a la de un botijo extremeño y que te queda trabajo por delante, muchooooo. Y en mi lista de prioridades ahora esta SONREIR, SONREIR Y SONREIR (Lo de la cintura botijera, pasa, lo de las ojeras..bueno, los pandas son monisimos, y el pelo, pues nada como Pepe Oneto...), pero SONREIR es lo que necesito y quiero. Y sabéis una cosa... esta noche SONRIOO. Por eso, en una noche cualquiera como esta, necesitaba gritarlo a los cuatro vientos.